Tuesday, December 9, 2014

ANTONIO GUITERAS. PARTE III



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http://hdl.handle.net/2027/umn.31951t00248510a?urlappend=%3Bseq=598

The Ambassador in Cuba ("Welles) to the Secretary of State
Habana, November 4,1933—5 p. m.
[Received 7: 40 p. m.]
427. Dr. Antonio Guiteras, the Communist Secretary of Gober-
nacion, made his resignation effective this morning. He gave it as his
opinion that the failure of the government was due to the fact that it
did not turn sharply to the Left, and announced his intention of work-
ing for a government composed of soldiers, sailors, small shopkeepers
and workers. He made evident a definite break between himself and
Batista, because Batista was resolutely opposed to Communism and
the disorders promoted by labor agitators, and threatened to get rid of
Batista in the near future. So far as I can ascertain, the other Cabi-
net secretaries are uncertain whether their resignations accepted yes-
terday afternoon still remain effective in view of Gran's withdrawal of
his own resignation.
A university student referendum is in progress this afternoon. The
Student Assembly meets tomorrow morning and the result of the votes
on the following two points will then be announced:
(a) whether the Student Directorate should cease all governmental
activities;
(b) whether the students approve the activities of the self-
appointed representatives of the students during the past 2 months.
Torriente this morning informed me that he and the other directors
of the Union Nacionalista Party were so incensed at the attitude
 adopted by Colonel Mendieta in refusing to assume the responsibilities
of government when they were offered to him that they intend to
withdraw their support from Mendieta and leave the party organiza-
tion as soon as a solution of the present crisis has been reached.
Welles
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http://hdl.handle.net/2027/umn.31951t00248510a?urlappend=%3Bseq=603

 The Ambassador in Cuba (Welles) to the Secretary of State
Habana, November 9, 1933—10 a. m.
[Received 11: 35 a. m.]
441. Dr. Guiteras, Secretary of the Interior and War, has just stated
to my contact with him that it is intended in the course of the day
to hold summary courts martial and execute immediately all soldiers
or police who joined the opposition movement and who have been
captured. I fear that the opportunity will be taken on some pretext to
execute at the same time some of the officers who have been imprisoned
since the National Hotel incident. I am advising the Spanish Am-
bassador of these facts in order that he may, as Dean of the Diplo-
matic Corps, make such representations as may be possible in the
matter on the grounds of humanity.
Welles
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READ THE BOOK







Monday, December 8, 2014

Articulos periodisticos sobre Antonio Guiteras , Parte II







Published at El Paso Texas,
01/16/1934
http://i57.tinypic.com/6tfqjs.jpg

Debido a la importancia de este articulo, he hecho una traduccion. MM

"Habana, Enero 16, 1934   El presidente provisional Carlos Hevia de 37 años graduado de Annapolis intenta organizar el gobierno hoy, mientras que los poderes politicos que le llevaron al cargo mas alto en Cuba estan preparados para una posible guerra civil. El Coronel Fulgencio Batista jefe de despacho del ejercito y Antonio Guiteras el hombre de mas poder en el gabinete del presidente Ramon Grau San Martin, quienes lo forzaron salir de la posicion, estan en una abierta y peligrosa oposicion entre ellos , con Hevia frustado. Guiteras firmemente apoya a Hevia ya que al parecer llevara a cabo el programa radical que Grau San Martin apoyo pero no pudo ponerlo en efecto. El es abiertamente contrario a Batista y esta tratando de aliniarse el ejercito del antiguo sargento. Batista, desde que el lidereo la revuelta de los miembros del ejercito y la marina que llevo a Grau San Martin al poder, ha mantenido la solidaridad de sus hombres . El por el momento apoya a Hevia aunque penso que el candidato para re-emplazar a Grau San Martin era el Coronel Carlos Mendieta, un lider nacionalista y considerado el mas popular de los viejos politicos del pais."


Cumberland Evening Times -
 Cumberland, Maryland - May 8 1935





Cortesia de Roberto Torricella.


LA MUERTE DE ANTONIO GUITERAS HOLMES por: L. Llodra Molina (Testigo presencial del hecho)
A las ocho de la mañana de aquel día 8 de mayo, llegué a la redacción de “Avance”, situada entonces en los bajos del Centro Asturiano de La Habana. Fui como siempre, el primer redactor del periódico en llegar… Era entonces jefe de la página política del periódico que, respondiendo a una tradición de Oscar Zayas, su director y copropietario, se denominaba “Teatro Político”. Ya me esperaban –lo que constituyó una sorpresa para mí- el fotógrafo Pablo Donato y el chaufeur del periódico, Armando Posse. Tenían una encomienda: salir con el primer redactor que llegara hacia Columbia, Cuartel General del Ejército y residencia también del coronel Fulgencio Batista y Zaldívar, Jefe de la Institución. La noticia no me fue agradable: redacto político, no sentía entusiasmo alguno por alejarme de mi sector informativo. Por teléfono me comuniqué con el director, pero sus órdenes fueron terminantes: debía no preocuparme de la página política y saldría hacia Columbia, poniéndome en contacto con el comandante Jaime Mariné, Jefe de los Ayudantes del Jefe del Ejército y su Secretario Particular.
Hacia Columbia partimos y nos entrevistamos con Mariné. Saldríamos hacia Matanzas con el coronel Galindez y otros oficiales del Ejército y uno de la Marina, nombrado Díaz Joglar: presenciaríamos la detención de Guiteras y haríamos la información para nuestro periódico, que tendría la exclusiva.
Un breve receso en Matanzas, durante el cual Galindez y los oficiales se entrevistaron, sin salir de sus autos, con unos oficiales del Ejército y la Marina, y seguimos hacia “El Morrillo”. Allí, según la confidencia confirmada, se encontraba el ex-Secretario de Gobernación y Jefe de la organización clandestina “Joven Cuba”, Antonio Guiteras, acompañado de algunos miembros de su grupo, entre los que se encontraban José Antonio Casariego (hermano masón de este redactor e hijo del venerable maestro de nuestra Madre-Logia, “Dos Ríos”, y ex-concejal del Ayuntamiento de La Habana, Federico Casariego y Landrove). También se encontraban un venezolano apellidado Aponte, dos damas: Conchita Valdivieso y Xiomara A’Halloran; y algún otro miembro de la “Joven Cuba”, cuyo nombre lamentamos no recordar. Digamos en la presentación de los allí refugiados, que Conchita Valdivieso era esposa de José Antonio Casariego.
Al llegar al “Morrillo” abandonamos las máquinas; nuevos oficiales se unieron a los que de La Habana habían salido, y se nos reunió el grupo de soldados que, con el Cabo Man al frente tenía a su cargo la detención material de Guiteras y sus acompañantes. Una breve conferencia y los soldados dirigidos por el cabo formaron un semicírculo y se dirigieron al fuerte. Nosotros quedamos con los oficiales un tanto a la retaguardia. Segundos después oímos la voz del cabo: “¡alto al Ejército!”. Inmediatamente, una ráfaga partió de la frondosa maleza, a la que respondió una cerrada descarga del pelotón militar. Gritos de rendición y una primera exclamación de un soldado: “¡Han matado al cabo!” A este grito se unieron otros de entre la maleza: “¡Han matado a Guiteras y a Aponte!” Una voz de una mujer, agregó llorosa: “¡También a José Antonio”! Los soldados y todos los que allí estábamos, abriéndonos paso entre la vegetación que, repetimos, era exuberante, llegamos junto al grupo de los soldados y rebeldes. No hubo una sola expresión de odios; militares y rebeldes lamentaban las muertes respectivamente afines.
Donato, nuestro fotógrafo, disparaba una y otra “plancha”“plancha” captando los muertos. Nosotros, preocupados, con quien era nuestro hermano masón, a quien, además, conocíamos de niño, nos dirigimos al grupo formado por las damas. Allí estaba José Antonio Casariego herido, no muerto.
Se ocuparon las armas, fueron detenidos los ilesos y se ordenó el traslado de éstos hacia el castillo de San Severino. Conchita y Xiomara no aceptaban que se las separase de José Antonio. Mismo temor tenia Casariego. Nos llamó a su lado: “No te separes de mi por si acaso…” La verdad es que no se veía la menor muestra de encono. Pedí permiso para retratar al herido y las mujeres detenidas, y con ellos me retrataron a mí. Con Donato, regresé a La Habana. Aquella tarde “Avance” brindó a sus lectores una amplia información directa con varias fotos.
Días después, volvimos a Matanzas, al castillo “San Severino”, como periodistas. Visitamos a los presos, tal como nuestra logia lo interesaba, por la situación de su hermano Casariego. Quería que éste conociera que su Madre-Logia no lo abandonaba. Entonces charlé largamente con él. Conocí con detalles todo ese proceso. Guiteras había conversado largamente con el comandante Galindez, con quien le unía una buena amistad. Guiteras se consideraba bien oculto del Gobierno, pero la policía conocía su escondite y se aprestaba a detenerlo. Galindez se opuso y ofreció entrevistarse con él y convencerlo de que debía presentarse. Guiteras pidió unos días de tregua y se comunicó con su amigo Pepillo del Cueto, nieto del eximio jurista y ex-catedrático de nuestra Universidad. De esa conversación salió el plan de fugarse al extranjero. Guiteras y sus amigos escaparían de la vigilancia policial y se dirigirían hacia “El Morrillo” que estaba totalmente abandonado y rodeado de malezas. Allí esperarían la llegada de Pepillo, en su yate, que los llevaría hacia Sur América. Pero el yate tuvo problemas en sus motores. Quedó descompuesto en el río Almendares. Mientras en “El Morrillo” conferencia Guiteras con sus afines matanceros. Se asaron puercos. Más de una vez, un Ford que les fue facilitado en Matanzas, fue a las tiendas de la ciudad a buscar comestibles, “ganchos de cabeza” y otros utensilios para las mujeres. Las autoridades de Matanzas se interesaron por esos viajes y reuniones, y así se descubrió su existencia allí. Fue culpa de Aponte la muerte de Guiteras, nos dijo Casariego. “Nosotros supimos que se pretendía rodearnos, antes que los soldados nos vieran. Decidimos huir, pero Aponte, al sentir la orden del Ejército conminándonos a rendirnos, disparó la ametralladora que portaba, Man cayó abatido por esas balas y los soldados respondieron. Tiraron contra los matorrales, matando a Guiteras y Aponte, e hiriéndome a mí. No quisieron matarnos. Si lo hubieran querido, nada se oponía a ello”, nos agregó Casariego.
Pasó el tiempo. Los compañeros de Man hicieron en su tumba un modesto monumento que Eddy Chibás destrozó a mandarriazos al día siguiente de tomar posesión como Presidente Grau San Martín. José Antonio Casariego fue electo Representante. Al vencerse su mandato, se dio un tiro con su propia pistola en el Hotel “Cárdenas” donde habitaba.
No hacemos juicio de Guiteras. Lo recordamos escribiendo a lápiz un Decreto ordenando la ocupación de la Compañía de Electricidad, en la terraza de Palacio, mientras una multitud clamaba por la medida. Recordamos su incidente con la Tabacalera ordenando se extrajese de un barco, un tabaco que se exportaba a España. Al día siguiente, ante la protesta de la Embajada Española, el Presidente Grau ordenó su embarque. Cuando Guiteras se enteró, personalmente concurrió al muelle para ordenar su extracción del barco. Grau insistió en su orden y el tabaco salió hacia España pero se rompieron las relaciones entre ambos hombres. Entonces nació “La Joven Cuba”.
Afirmamos la certeza de lo narrado, ya que ocasionalmente nos tocó a nosotros que no hacíamos reportajes policíacos ni militares, ser los únicos periodistas presentes en el debatido caso, torpe o maliciosamente tergiversado por quienes sólo pudieron conocer “la verdad” de oídas.

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En este libro de Julio Cesar Guanche el autor lo titula " El socialismo jacobino de Antonio Guiteras. " 

" En el espectro de las fuerzas revolucionarias, el Gobierno de Grau-Guiteras fue defendido, entre otros, por el Partido Bolchevique Leninista (PBL) y Defensa ObreraInternacional (DOI), de filiación trotskista, y por sectores que con esa inspiracióncohabitaban dentro del Ala Izquierda Estudiantil (AIE) y de la Federación Obrera de LaHabana (FOH), mientras que fue combatido con denuedo por la ConfederaciónNacional Obrera de Cuba (CNOC) y el Partido Comunista de Cuba (PC), ambos bajo la imaginación del “marxismo leninismo soviético”

   Aquella decisión ¿callada?



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Articulos periodisticos sobre Antonio Guiteras.

Sunday, December 7, 2014

Cuba 1933 a 1934












http://hdl.handle.net/2027/umn.31951t00248510a?urlappend=%3Bseq=582

The Ambassador in Cuba (Welles) to the Secretary of State
Habana, October 23,1933-^ p. m.
[Received 6: 35 p. m.]
390. The Student Directorate yesterday passed a resolution with
only three opposing votes declaring that Grau San Martin must deter-
mine within a period of 24 hours from the delivery this ultimatum
whether he will undertake to govern the country as President or
whether he will continue to be subservient to Batista. I am informed
that the ultimatum will be delivered this afternoon.
The issue has been raised by the continued refusal of Batista to per-
mit Grau San Martin to remove Guiteras, the Secretary of Goberna-
cion, and by his refusal to permit the students to remove Captain

Franco, present Chief of Police of Habana. As already reported there
are many further causes of disagreement between the students and
Batista.
On Saturday the A.B.C. Radical, the largest of the secret organiza-
tions supporting the government, formally announced its withdrawal
of such support and made overtures to the A.B.C. of which it originally
formed a part for reincorporation in that party.
A significant indication of present conditions is the fact that the
government on Saturday issued a regulation prohibiting all radio
stations from permitting addresses to be broadcast in opposition to the
government. In view of this regulation, at most of the theatres in
Habana Saturday night and yesterday members of the A.B.C, sur-
rounded by armed bodyguards, forced themselves upon the stages
of the theatres and made addresses in which they attacked the govern-
ment violently. In every instance the audiences received them with
tremendous applause.
In view of the crisis with which he is now confronted within the
government, Grau San Martin has made no progress in his negotiations
with the opposition sectors.


http://hdl.handle.net/2027/umn.31951t00248510a?urlappend=%3Bseq=584

The Ambassador in Cuba (Welles) to the Secretary of State
Habana, October 24,1933—11 a. m.
[Received 12: 35 p. m.]
392. As a result of the resolution passed by the directors of the
A.B.C. Kadical withdrawing their support from the government the
group has broken up into two parts—one, a small fraction headed by
Oscar de la Torre has remained with the government; the other, con-
taining approximately 90% of the members, has organized as a politi-
cal party and has come out in violent opposition. This latter group
published this morning an inflammatory attack on Grau San Martin
charging that his government was a worse dictatorship than that of
Machado; claiming that he was plunging the country into anarchy;
insisting that friendly relations with the United States were impera-
tive for Cuba; and that a complete change of government was neces-
sary immediately. This majority group had possession of most of
the arms and ammunition distributed to the A.B.C. Radical by Batista
in the early days after the mutiny. Although ordered by the gov-
ernment to turn back these arms to the Army some time ago they have
retained possession of them and have now secretly conveyed them to
the members of the A.B.C. itself. Fearing reprisals of this action
four of the leading members of the opposition wing fled last night
by air to Miami.
The speeches in the theaters attacking the government continued
last night notwithstanding the efforts of the military to prevent them.
Welles



http://hdl.handle.net/2027/umn.31951t00248510a?urlappend=%3Bseq=601

Habana, November 6, 1933—1 p. m.
[Received 2: 50 p. m.]
431. Personal for the Under Secretary. Referring to our telephone
conversation this morning, the possibilities of a momentary change in
the situation are such that it is impossible to foresee with any assur-
ance what line the developments may take. General conditions are
more precarious than they have been at any moment during the last
2 months. The possibilities are as follows:
(a)—An immediate coup d'etat against Grau by Batista which if
successful will result in the formation of a center government headed
by Gomez or a military dictatorship;
(6)—Outbreak of revolution in Oriente and Camaguey Provinces;
(c)—General strike tomorrow instigated by the Communist organ-
ization;
(d)—Displacement of Batista through violence by elements in the
Army upon whom Guiteras the present Secretary of Gobernacion is
working;
(e)—Reorganization of the government under Grau bringing into
the Cabinet new elements probably of Communist tendencies which
could only result in repeated revolutionary attempts against it.
Under these circumstances I cannot help but feel, much as I would
prefer accompanying the Secretary to Montevideo, that a change in
the Embassy at this moment will be prejudicial to our own interests.
The personal contacts and relationships that I have formed during
the past 6 months are necessarily of value in a critical moment like
this and it is because of this that I believe I should not leave Habana
until after a solution of one kind or another has been found.
Welles



http://hdl.handle.net/2027/umn.31951t00248510a?urlappend=%3Bseq=603

837.00/4353 : Telegram
The Ambassador in Cuba (Welles) to the Secretary of State
Habana, November 9, 1933—10 a. m.
[Received 11: 35 a. m.]
441. Dr. Guiteras, Secretary of the Interior and War, has just stated
to my contact with him that it is intended in the course of the day
to hold summary courts martial and execute immediately all soldiers
or police who joined the opposition movement and who have been
captured. I fear that the opportunity will be taken on some pretext to
execute at the same time some of the officers who have been imprisoned
since the National Hotel incident. I am advising the Spanish Am-
bassador of these facts in order that he may, as Dean of the Diplo-
matic Corps, make such representations as may be possible in the
matter on the grounds of humanity.
Welles