Maurilio Bautista, nacido en México, es ciudadano estadounidense, pero no puede hacer nada para regularizar el estatus migratorio de su esposa. Excepto rezar.
Por esto, el inmigrante se ha unido a un grupo de 18 latinos que irán a la costa este de Estados Unidos a tratar de ver al papa Francisco con la esperanza de escucharlo pronunciarse en favor de los 11 millones de inmigrantes que viven en el país sin autorización.
"Nuestra fe es alcanzar al papa y que aunque sea con una palabra ponga el tema de la cuestión migratoria sobre la mesa. Creemos que si lo dice, lo van a escuchar los políticos, toda la gente", manifestó el miércoles el comerciante oaxaqueño.
El grupo de seis niños y 13 adultos incluye a una niña del área de Oxnard, cuyos padres son campesinos y también viven sin autorización, de acuerdo con Alicia Flores, directora ejecutiva de Hermandad Mexicana Transnacional, con sede en Oxnard, una de las organizadoras del viaje.
Ninguno de ellos tiene boleto para entrar a uno de los eventos donde hablará Francisco, pero esto no les preocupa porque lo importante es resaltar la necesidad de una reforma migratoria, agregó Flores.
"Vamos con un espíritu de lucha, con el objetivo de enviar un mensaje", puntualizó Flores.
Alfredo Flores, un estudiante de una preparatoria Jesuita en Houston, y otros 5 estudiantes de su escuela fueron invitados a Filadelfia para ver al Papa Francisco