Es un hito. La alcaldía de Minneapolis aprobó por unanimidad la transformación de su policía, publica RFI.
En su lugar deberá emerger "un nuevo modelo" de seguridad pública que aún queda por definir.
Un grupo de trabajo constituido por expertos en derechos cívicos, igualdad y relaciones intercomunitarias y policías será el encargado de presentar, el próximo 24 de julio, el paquete de medidas que permita avanzar en esa perspectiva.
La cuestionada policía de la ciudad, de la que hacía parte Derek Chauvin, el uniformado que mató a Floyd tras comprimirle el cuello durante más de 8 minutos con su rodilla, no desparecerá inmediatamente, pues el proceso está previsto dure un año.
Algunos de los integrantes del equipo municipal que quieren que las cosas vayan más rápido pidieron que la desaparición de la policía se someta a votación el próximo 3 de noviembre, día de las elecciones en el país.
El pasado 8 de junio, dos semanas después de la muerte de Floyd, la municipalidad de Minneapolis aprobó por mayoría desmantelas su cuerpo de policía y reconstruirlo sobre nuevas bases.
"Un nuevo modelo de seguridad pública que realmente mantenga a salvo a nuestra comunidad", afirmó entonces la presidente del Concejo Municipal, Lisa Bender.
El alcalde de la ciudad, Jacob Frey, opuesto a la resolución, precisó que apoyaba "una amplia reforma estructural para revisar ese sistema estructuralmente racista", pero rechazó la abolición del departamento de policía
La bancada de los Demócratas en el Congreso estadounidense presentó una propuesta de ley para luchar contra la violencia policiaca que recorre todo el país.
El sitio mappingpoliceviolence reveló que tan sólo en 2019 los policías estadounidenses mataron a 1,098 personas, de las cuales un 25% eran afroamericanos, pese a que la población de ese origen representa menos del 13% de los habitantes de Estados Unidos.
Por su parte, la Casa Blanca indicó que trabaja en la conclusión de una propuesta de reforma de la policía, aunque dejo en claro que no incluirá medidas para acabar con la impunidad de los oficiales de la policía.
La ley en vigor permite la "inmunidad calificada", que protege a los uniformados contra las demandas por uso de la fuerza y el iniciar investigaciones independientes sobre aquellas unidades de policía sospechosas de violar los derechos y reglas en vigor o de actos racistas.
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